jueves, 18 de diciembre de 2008

Un año de bandera

El 2008 llega a su fin. Sin duda, éste ha sido el año de la consagración del tenis español. Estábamos todavía brindando por el año nuevo y luchando contra la cuesta de enero, cuando los chicos de Emilio Sánchez-Vicario se adjudicaron un 3-0 en la primera eliminatoria de la Davis contra Perú a principios de febrero.
Llegaron los carnavales y a ritmo de samba Almagro ganó el Abierto de Brasil. Días después conquistó el Abierto de México. Ándale guate, qué grande eres.

La primavera estaba en todo su esplendor en aquel lejano mes de abril. Los chaquetones dejaron paso a las rebecas y camisetas cortas, y acompañados de los primeros rayos de sol asistimos al Abierto de la Comunidad Valenciana. La final encandiló al público asistente. El alicantino David Ferrer consiguió una victoria pírrica en Valencia ante Nicolás Almagro e impidió que éste ganara su tercer título consecutivo. El de Jávea no fue el único protagonista de la tarde en la capital del Turia. A miles de kilómetros Marcel Granollers logró su primer título ATP. La ciudad norteamericana de Houston presenció el despegue del catalán ante el estadounidense James Blake.

Las faldas también causaron furor en los primeros compases del año. En febrero, Nuria Llagostera se alzó con el Torneo de Bogota al derrotar a la argentina María Emilia Salerni. Tres meses después al son de las mariposas, Anabel Medina ganó el Abierto de Estrasburgo al imponerse a la eslovaca Katarina Srebotnik.

El tenis en los Juegos Olímpicos de Pekín habló español. Virginia Ruano y Anabel Medina ganaron la plata en dobles. Y el inigualable Rafael Nadal, del que hablaremos en próximas entradas, subió a lo más alto del podio en individual. Los saltos de las chicas y las lágrimas de Nadal reflejaron la felicidad de un país entero. Los nuestros estaban dejando el pabellón bien alto en China.

Una Ensaladera de oro
La temporada tenística llegaba a su fin y en Mar del Plata nos esperaban los argentinos. La baja del número uno del mundo, Rafael Nadal, los agrandó. Para ellos, sin Nadal no éramos nadie, como si el tenis español se redujera al manacorí. Pero ya se sabe: perro ladrador poco mordedor. Por mucho que vociferaron no pudieron con la armada roja. Fernando Verdasco, Feliciano López, David Ferrer y Marcel Granollers se consagraron en la Ciudad Feliz.

El 2008 ha sido un año plagado de triunfos para los tenistas españoles. Ser español está de moda. ¿Seguiremos desfilando en las principales pasarelas del mundo en 2009?
De momento tenemos al mejor modisto, Rafael Nadal.

1 comentario:

Daniel Gonzálvez dijo...

Clap clap clap XD Y que lo digas. Bueno no: buenísimo año. Y no sólo para el tenis sino para todo el deporte español: fútbol, ciclismo, baloncesto... y por supuesto tenis.


Yo soy español, español, español..!


Un saludo!